Cada etapa del ciclo vital tiene sus puntos positivos y negativos. Sin embargo, muchos padres se muestran preocupados por la llegada de los hijos a la adolescencia. Para tener un mayor conocimiento y poder mostrarse, más comprensivo con los cambios que estás sufriendo los hijos adolescentes, es importante, en primer lugar, entender qué ocurre en la adolescencia.

La adolescencia es una etapa complicada, de enormes cambios, en la que el logro a alcanzar es la construcción de la identidad, lo que implica responder a la pregunta “quién soy” como alguien diferenciado de las expectativas y los deseos de los padres. En este momento, el adolescente se da cuenta que hay un mucho más allá de la familia y que algún día tendrá que moverse como un ser adulto e independiente.

En esta etapa, el sentimiento que predomina es la ambivalencia. Por un lado, hay un deseo de ser mayor cuando los adolescentes exigen los privilegios de los adultos, piden que se respete su espacio y que se les permita tomar sus propias decisiones.

Paralelamente, hay un miedo a crecer y a asumir las responsabilidades propias del mundo de los adultos, lo que desemboca en sentimientos de añoranza hacia la niñez.

Adolescentes encerrados en sí mismos.

Esta ambivalencia genera inseguridad, lo que puede ser expresada por múltiples vías,. Los miedos y las angustias le pueden llevar a encerrarse en sí mismos. De hecho, muchos padres se angustian cuando perciben que su hijo pasa mucho tiempo encerrado en la habitación,. Este ensimismamiento también forma parte del proceso de construcción de la identidad, ya que el hijo necesita un espacio de intimidad para sentir que tiene control sobre sus pensamientos y sentimientos.

Por este motivo es importante respetar la intimidad del hijo, evitando hacer interrogatorios, abrir correos electrónicos, leer los mensajes del móvil, rebuscar entre los cajones, etc., salvo que haya altas sospechas de estar ante un problema grave, como por ejemplo abuso de sustancias, acoso escolar o malas influencias. Respetando la intimidad de su hijo, va a fomentar el que éste se sienta más seguro y confiado.

Otro modo a través del que los adolescentes tratan de expresar su inseguridad y sus miedos es a través de lo que la mayoría de los padres denominan rebeldía. Los adolescentes con frecuencia responden de forma agresiva (¡déjame en paz!) o despectiva (¡no tienes ni idea de lo que pasa!), con monosílabos (sí-no) si perciben que sus padres están vulnerando su intimidad (independientemente de que lo estén haciendo o no).

Muchos, incluso, ponen a prueba a los padres cuestionando las normas como un intento de confirmar que hay un ambiente familiar contenedor y con unos límites bien delimitados. No olvidemos que los adolescentes no son adultos, por lo que siguen necesitando de unos límites y unas normas claras acerca de lo que esperamos y lo que no esperamos de él. No obstante, no se debe separar la exigencia de la comprensión.

Este cuestionamiento de normas suele generar sentimientos de tristeza y rabia en los padres, quienes añoran a un hijos que en su día fue un niño cariñoso y obediente. Sin embrago, estos cambios en el hijo deben ser entendidos como un intento para sentir control sobre su vida en una etapa en la que predominan los sentimientos de inseguridad. Es por ello que, lejos de ser vivido como un ataque personal debe ser entendido como parte del proceso normal.

Si esto se interpreta erróneamente, le puede llevar a actuar de manera inadecuada (por ejemplo, criticándole), lo que a su vez puede aumentar los sentimientos de soledad, incomprensión, inseguridad y tristeza. En lugar de atacarle cuando se muestre irritado, trate de comprender qué le pasa y ayúdele a expresar sus sentimientos.

Desde Educaljarafe coincidimos en que es una edad complicada y en la que los padres debemos ayudar a nuestros hijos de la mejor manera posible, escuchándoles, manteniendo la calma y sobre todo con respeto, orden y disciplina, esto nunca se debe olvidar.

Hay que tener en cuenta que es un período de cambios en los cuales nosotros, los padres y profesores podemos ayudarles con nuestra experiencia y sobre todo con paciencia, normas y comprensión.